Los robots humanoides y el valle inquietante
Los robots pueden adoptar diversas formas, ya que un robot no es mas que un ordenador móvil.
Tienen diversas formas, diversos usos (robots de fábricas hasta juguetes) y distinto nivel de I.A (débiles todas hasta ahora)
Pero si quieres hacer un robot que esté pensado para interactuar la mayor parte del tiempo con seres humanos viene la polémica.
A una persona le parecería ridículo hablar con una cosa artificial, con una máquina, con algo que parezca una tostadora o un microondas, porque sabemos que son objetos inanimados. Pero si a estos robots les das un aspecto similar al de un ser humano, les disfrazas de persona, ya se perderá esa inseguridad.
Aunque la tendencia entre los desarrolladores de I.A será no humanizar la I.A, algunas empresas como "Hanson Robotics", "Realbotix", o Hiroshi Ishiguro todavía apuestan por un aspecto humano.
En la ciencia ficción aparecen muchos androides, destacando el videojuego "Detroit Become Human" que se lanzará este mes de Mayo, por lo que todavía tiene un poco de sentido hablar de este tema.
Los seres humanos confían más en este tipo de robots, y se sienten más cómodos al interactuar con ellos gracias al efecto ELIZA.
Pero si el realismo no es del todo natural y logrado, resultará el valle inquietante dónde se consiguen unos rostros un poco "desconcertantes, y extraños, que nos producen más rechazo que otra cosa"
El término Valle Inquietante lo desarrolló el estudiante de robótica Masahiro Mori en 1970. Aparte de robots se aplica a las animaciones realistas que no están bien hechas e intentaron como pudieron ser realistas.
Este efecto hace que rechacemos esos rostros por parecernos extraños e inquietantes, unas expresiones que parecen maquiavélicas y de pesailla, otras, graciosas.
Este rechazo se produce también al ver cadáveres, ya que en su expresión se nota la ausencia de vida.
Por último se da en casos extremos tipo "Si un ser humano solo viera durante su vida a otros de su misma raza, le costaría reconocer como humano al primer ser humano de otra raza que viera"
Si un ser humano tiene la oportunidad de interactuar con un robot de esta calaña, tras ver muchas películas de ciencia ficción, tenderá a creer erroneamente que está tan avanzado como los que ha visto en las películas, que poseerá total conciencia y sentimientos como un ser humano, y esto precisamente es lo que ha dado tanta fama a Sophia. Aun así tenderá a tratar a este robot más como una persona que como una máquina.
Otro ejemplo lo tenemos con los robots de Boston Dynamics, los cuales adoptan más formas animales. Al ver el realista movimiento de estos robots, el cuál se asemeja portentosamente al de criaturas vivas, se les ve como animales vivos más que como máquinas controladas a distancia. Al ver un robot de esta compañía moverse causa agrado, no te cansas de verlo, hasta te parece imnótico.
Para finalizar les mostraré claros ejemplos del valle inquietante
En la ciencia ficción aparecen muchos androides, destacando el videojuego "Detroit Become Human" que se lanzará este mes de Mayo, por lo que todavía tiene un poco de sentido hablar de este tema.
Los seres humanos confían más en este tipo de robots, y se sienten más cómodos al interactuar con ellos gracias al efecto ELIZA.
Pero si el realismo no es del todo natural y logrado, resultará el valle inquietante dónde se consiguen unos rostros un poco "desconcertantes, y extraños, que nos producen más rechazo que otra cosa"
El término Valle Inquietante lo desarrolló el estudiante de robótica Masahiro Mori en 1970. Aparte de robots se aplica a las animaciones realistas que no están bien hechas e intentaron como pudieron ser realistas.
Este efecto hace que rechacemos esos rostros por parecernos extraños e inquietantes, unas expresiones que parecen maquiavélicas y de pesailla, otras, graciosas.
Este rechazo se produce también al ver cadáveres, ya que en su expresión se nota la ausencia de vida.
Por último se da en casos extremos tipo "Si un ser humano solo viera durante su vida a otros de su misma raza, le costaría reconocer como humano al primer ser humano de otra raza que viera"
Si un ser humano tiene la oportunidad de interactuar con un robot de esta calaña, tras ver muchas películas de ciencia ficción, tenderá a creer erroneamente que está tan avanzado como los que ha visto en las películas, que poseerá total conciencia y sentimientos como un ser humano, y esto precisamente es lo que ha dado tanta fama a Sophia. Aun así tenderá a tratar a este robot más como una persona que como una máquina.
Otro ejemplo lo tenemos con los robots de Boston Dynamics, los cuales adoptan más formas animales. Al ver el realista movimiento de estos robots, el cuál se asemeja portentosamente al de criaturas vivas, se les ve como animales vivos más que como máquinas controladas a distancia. Al ver un robot de esta compañía moverse causa agrado, no te cansas de verlo, hasta te parece imnótico.
Para finalizar les mostraré claros ejemplos del valle inquietante
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